Avenida de Huelva, 5. 21200 Aracena (Huelva)

Una escultura para simbolizar el hermanamiento de los pueblos, icono del Hotel Los Castaños

Las raíces son esenciales en la vida de cualquier persona. El vínculo a la tierra siempre mantiene vivo nuestros recuerdos y nos permite trasladarnos a los recuerdos felices que hemos tenido allí donde hemos nacido o vivido.

En el Hotel Los Castaños de Aracena sabemos de lo que hablamos cuando nos referimos a nuestras raíces. Y el mejor ejemplo de ello es nuestro fundador, Francisco Barrutieta Sáez, quien hizo realidad su sueño en el ya lejano 1992: dotar a Aracena de un moderno hotel y espacio de convenciones, un espacio que se convirtiese en referente del turismo de Aracena, localidad que, históricamente, ha sido destino para muchos amantes de la cultura y la naturaleza.

Natural de la localidad riojana de Nieva de Cameros, Francisco –Paco– Barrutieta llegó a Aracena en 1953, con apenas 15 de edad. Su esfuerzo y trabajo constante no le impidieron mantener vivo el recuerdo de su pueblo natal, un sentimiento que también estuvo presente en el recién inaugurado Hotel Los Castaños de Aracena en el ya lejano 1992.

En 1988, una conversación con el escultor aracenense Pepe Noja fue el detonante que dio luz a nuestra protagonista. Paco le contó su intención de poner en marcha un proyecto, un nuevo Hotel en Aracena al amparo del boom que supuso en Andalucía la celebración de la Exposición Universal de Sevilla de 1992.

Ante ello, el escultor le lanzó un reto: “Si tú eres capaz de hacer el hotel, yo te regalo una escultura hecha con un haya de tu pueblo”. Ambos se estrecharon la mano. Y ahí comenzó todo.

Pepe Noja, quien tenía su estudio de trabajo en Madrid, conocía los hayedos que rodean a Nieva de Cameros y sabía la buena materia prima que allí había para su obra, aunque el reto no era pequeño. Hacerse con un haya de Nieva de Cameros, transformarla en una obra de arte y traerla hasta Aracena en un viaje de 800 kilómetros.

La predisposición del Ayuntamiento de Nieva facilitó el trámite para hacerse con el árbol, hasta el punto que su Corporación aprobó donar el haya gustosamente para esta escultura: un ejemplar de diez metros de altura talado en septiembre de 1988 y que el escultor comenzó a tallar en la primavera de 1990.

De la imaginación de Pepe Noja y la excelente materia prima de Nieva de Cameros nació esta escultura que preside la entrada principal al Hotel Los Castaños de Aracena, una obra que simboliza la unión entre estos dos pueblos hermanos con un complejo y fuerte nudo.

Su llegada al hotel, en abril de 1992 –apenas unas semanas antes de su inauguración oficial, el 1 de mayo de ese mismo año–, fue todo un acontecimiento y permitió a Paco Barrutieta y a Pepe Noja dar por concluida su promesa, un reto para ambos y que permite a todos quienes formamos parte de la familia del Hotel Los Castaños, disfrutar todos los días con la magnífica presencia de esta obra de arte.

Fotografías: Luis M. Espinosa

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